José Antonio Plancarte y Labastida

Te invitamos a que conozcas más de la vida de nuestro fundador José Antonio Plancarte

Fue un hombre elegido por Dios para grandes obras en la Iglesia. Nació en la ciudad de México el 23 de Diciembre de 1840. Sus padres fueron Francisco Plancarte Arceo y Gertrudis Labastida y Dávalos, originarios y residentes de Zamora, Michoacán. Lo bautizaron al día siguiente en la Parroquia de San Miguel Arcángel. Realizó sus primeros estudios en Guadalajara y Morelia.

José Antonio fue el único de los once hijos que nació en México, por razones de salud de su madre, lo cual fue providencial, pues gracias a ello la Santísima Virgen de Guadalupe vio nacer muy cerca de ella a este niño que, con el tiempo, sería gran promotor del guadalupanismo. Estudió la Primaria en Guadalajara y Morelia, con tanto éxito que a la edad de once años presentó examen público frente a selectos sinodales, obteniendo mención honorífica.

Sus estudios los continuó en el Seminario Tridentino de Morelia. En 1856 fué enviado por su familia a Europa a continuar sus estudios académicos. Fue ahí en Santa María de Oscott en Inglaterra donde sintió su vocación al sacerdocio y se trasladó a Roma a realizar sus estudios eclesiásticos.

José Antonio aseguraba la unión de su vocación sacerdotal con la devoción a la Virgen Santísima especialmente en la devoción puntual del Rosario. En 1865, antes de su ordenación, escribía: "Llegó el mes de mayo, el mes de María. El mes de mi vocación al sacerdocio, el mes más lleno de recuerdos para mí". Fue ordenado sacerdote el 11 de junio de 1865 y el 13 de junio cantó su primera misa en la Iglesia del San Ignacio de Loyola, sobre el sepulcro de San Luis Gonzaga en Roma.

Una vez ordenado sacerdote, manifestó continuamente su amor y consagración a la Virgen en sus peregrinaciones a los santuarios marianos. Escribía: "¡Bendita sea María, a cuya devoción debo la sin igual dicha de haber ingresado al sacerdocio!". Con la bendición del Papa Pío IX, su gran protector, regresa a México en noviembre de 1865, dispuesto a consagrarse en cuerpo y alma al bien de su amada Patria, luchando incansablemente por extender el Reino de Dios.

Muy pronto es nombrado Párroco de Jacona, Michoacán, donde permaneció del 27 de noviembre de 1867 al 24 de abril de 1882. El Padre Plancarte y Labastida inicia su obra educativa dedicándola a la Santísima Virgen de Guadalupe. Así, el 12 de noviembre de 1867, abría el Colegio de la Purísima para Niñas, en Jacona, Michoacán.

En su Diario escribió: "Este día, consagrado por los mexicanos a Nuestra Señora de Guadalupe, fue el señalado para la apertura del primer establecimiento de instrucción para niñas en el pueblo de Jacona. La maestra y las diecisiete niñas fundadoras se prepararon desde el día anterior con la confesión sacramental; y a las seis de la mañana se cantó la misa de la Santísima Virgen, en la cual todas comulgaron.

Luego leí unas reglas provisionales que tenían por objeto la moralización de aquellas jóvenes y el plan de estudios. La mañana quedaba consagrada a los estudios y la tarde a la labor; puse meditación, examen de conciencia y lectura espiritual diariamente...".

El Padre José Antonio Plancarte siempre se preocupó sobre todo por formar sacerdotes enviando a Roma un buen número de jóvenes al Colegio Pío Latino, de donde regresaron a su Patria, algunos llegaron a ser Obispos. En 1873 fundó el Colegio de San Luis. En 1876, estableció una escuela gratuita para jóvenes y un año después obtuvo de Propaganda FIDE el título y privilegios de un Misionero Apostólico.

Desde años atrás, venía el Padre José Antonio pensando en la necesidad de una nueva congregación religiosa para la atención de sus obras educativas, redactando en 1877 el reglamento para ello.

El 2 de febrero de 1878 fundó la Congregación de Religiosas Hijas de María Inmaculada de Guadalupe, cuyo objetivo fue la educación de la niñez, la juventud y la mujer, la asistencia a los enfermos y ancianos, las misiones y la catequesis extra escolar.

Durante su estancia en Jacona, el Padre Plancarte también se dedicó a promover algunas mejoras materiales, como la construcción de la línea de tranvías de Zamora a Jacona, la reparación de la parroquia de Jacona y el cementerio El 15 de abril de 1879, el Obispo de Zamora, José María Cázares y Martínez, hizo la erección canónica de la Congregación en su Diócesis y fue aprobado el reglamento.

El Padre Plancarte y Labastida permaneció en Jacona hasta 1882, fecha en que, después de grandes sufrimientos, por las persecuciones y calumnias de que fue objeto, se trasladó a la Ciudad de México. Aquí estuvo colaborando con su tío, el Excelentísimo Sr. Arzobispo de México, Don Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos. La erección canónica de la Congregación, con el nombre de "Hijas de María Inmaculada de Guadalupe", la recibió también en México, D.F., de manos de su tío, el 19 de septiembre de 1885. En la carta del fundador, pone la Congregación bajo el amparo de la Santísima Virgen de Guadalupe. "Amadísimas hijas en Nuestro Señor Jesucristo: Por mi anterior, fecha 4 del corriente 1885, os comuniqué la fausta noticia de la aprobación y erección canónica de vuestra Congregación en esta Arquidiócesis de México por decreto del Ilmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos, fechado en Tacuba el 19 del próximo pasado septiembre.

La aprobación del Primado de la Iglesia Mexicana y el establecimiento de la Congregación en la capital de la República, es a la verdad, un paso demasiado gigantesco para nuestra pequeñez, que debe llenamos de gratitud y reconocimiento, para con Dios y hacia el Ilmo. Sr. Arzobispo. Recordando que la cuna de la Congregación fue puesta baja el amparo de la Sma. Virgen de Guadalupe, el 12 de Noviembre de 1867, día en que abrí el Colegio Parroquial de Guadalupe, que es hoy vuestra casa matriz…"

La consolidación de estas obras tiene importancia social, pero en el trato cotidiano con los fieles también dejó huella; en San Luis Potosí, por ejemplo, dio los primeros ejercicios espirituales, en 1889, a la hoy Venerable Sierva de Dios, Concepción Cabrera de Armida.

Trabajó incansablemente por coronar a la Santísima Virgen de Guadalupe y embellecer su santuario y el 8 de septiembre de 1895, el Padre Plancarte y Labastida fue designado el XVI Abad de la Colegiata de Guadalupe en la Ciudad de México, cargo que ocupó hasta su muerte en 1898. El nombramiento oficial de Abad de la Basílica le fue otorgado por el Papa León XIII. Construyó el templo expiatorio de San Felipe de Jesús en la ciudad de México el cual fue consagrado el 5 de febrero de 1897.

Murió en la Ciudad de México el 26 de Abril de 1898. Su obra predilecta, la que más amó fue la Congregación de Hijas de María Inmaculada de Guadalupe que desde hace 127 años sigue estando al servicio de nuestros hermanos, sobre todo de los más necesitados. Su obra predilecta, la que más amó fue la Congregación de Hijas de María Inmaculada de Guadalupe que desde hace 127 años sigue estando al servicio de nuestros hermanos, sobre todo de los más necesitados.

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